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Trayecto: Mestia - Ushguly
Distancia recorrida: 46 km
Tiempo circulando: 9:12 horas
Tiempo: Sol
Nos levantamos con muchas ganas de aventura y de recorrer kilómetros para llegar temprano a Ushguli. Salimos de Mestia fotografiando todo lo que veíamos a nuestro paso y una señora mayor de un colmado nos intentó timar pidiendo 10 laris por dos tonterías que, como es lógico, nos negamos. En el recorrido por el Cáucaso vimos paisajes alucinantes, atravesamos carreteras llenas de barro, nieve y hielo y nos cruzamos con cientos de vacas y toros entre otras cosas. La cámara de fotos captó mil imágenes que quedarán para el recuerdo.
Pasamos muchas horas arrastrando la bicicleta y embarrándonos los pies. Atravesamos un valle precioso con iglesias y típicas torres de vigilancia. Luego subimos y bajamos un puerto en el que la nieve cubría el camino hasta un pueblo lleno de vacas. Aquí conocimos un señor que nos advirtió de serpientes. A continuación atravesamos 20 kilómetros, más o menos, de gargantas hasta que se nos hizo tarde y tuvimos que buscar refugio.
Por suerte, un kilómetro antes de llegar a Ushguli, entre la nieve, encontramos una casa que, aunque parecía nueva, estaba abandonada y con la suerte de que habia una ventana abierta. Reunimos valor y nos metimos en ella para pasar la noche. Intentamos pasar desapercibidos procurando no dejar rastros en la nieve. En el interior de la casa había chimenea en la que hicimos un fuego con la leña que había repartida por la casa y en el exterior. No fue un fuego perfecto debido a la humedad de la leña; pero pudimos encenderlo con el fogón de gasolina y preparar un plato de pasta con tomate. El segundo plato de pasta costó más por el poco fuego que conseguimos hacer y
por lo que tuvimos que terminar de hacerlo en el fogón. Para terminar, intenté encender la leña con gasolina; pero el tiro me salió por la culata: cuando se incendió la gasolina junto mis pies. No pasó nada y quedó todo en una anécdota; pero pudo haber sucedido algo más.
Nos preparamos las nuevas esterillas y nos fuimos a dormir con la lumbre ya totalmente apagada y un poco de frio.
Pertenece al diario: La vuelta al mundo
25 / 03 / 14